Estaba yo tomándome un cortado, como muchas mañanas sentada en la terraza del Roca.
No hago nada, sólo observo.
Un momento antes había pasado por la Iglesia de la Sagrada Familia y había visto a un hombre sentado en la puerta con su cartón de vino al lado.
Mientras estaba sentada en la terraza, seguí observando a aquel hombre, pasaba gente por delante de el ,nadie le miraba y el seguía dando tragos a su caja de vino.
Al momento pasó un cartero que con paso decidido, se acercó al hombre , le dió la mano, y estuvieron charlando un rato. le conocía de cuando el hombre del vino era una persona que no vivía en la calle? por supuesto no lo se, pero por un momento quise pensar que el cartero, a fuerza de pasar por allí todos los días, al final le daba conversación, algo que la persona sentada en la puerta de la iglesia, seguro que necesita.
2 comentarios:
El hombre del vino es un espía del gobierno experto en comunicaciones y delitos informáticos. Ocupa su lugar en la puerta de la iglesia esperando la llegada de las feligresas que limpian el templo. Una de ellas le conseguirá el disco duro del ordenador del cura, sabe dios con qué objetivo. El cartero, que es un policía disfrazado, le pasa las claves para conectar automáticamente el ordenata al servidor de la policía vía wifi.
Cada vez menos niños van a la catequesis.
La mujer, que aparentemente solo toma un café, es una contraespía venida directamente de la Santa Sede y en su cajetilla de tabaco lleva un inhibidor de frecuencias para evitar esa transmisión de datos.
En este mundo nada es lo que parece, los sentidos nos engañan…
Ja,ja,ja, muy bueno.
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